martes, 12 de enero de 2021

Correr antes de tiempo

Mi primer Rally... La tragedia


En la publicación anterior daba la cronología de como fueron apareciendo las motos en mi vida.
Cuando pase al mundo del doble propósito, lo hice en la XR150L con la que, como lo describí antes, me emocionó este estilo de motociclismo.
Cuando pude cambiar a una moto mas grande vino la XRE300, gran moto con la que hice algo mas de rutas en la Sierra Gorda.

Era 2016

Entonces un día busque grupos o eventos relacionados con el doble propósito, lo primero que vi en Facebook fue la convocatoria para el LMS que en ese entonces organizaba Toño Vidaña y Rodrigo Roji. Yo había hecho muy poco de terracerías en moto, pero la convocatoria se veía atractiva y mandé mensaje pidiendo informes, me respondió Rodrigo y después de preguntas sobre las botas y las llantas me dijo que si podría hacerlo así que me inscribi.
Luego pase a la universidad de YouTube a capacitarme y me di cuenta en la que me había metido.
Entonces fui y me compré unas botas de enduro.

Me fui un día antes desde Querétaro hasta Santa Fé en CDMX y dormí allí, vi la junta de pilotos un día antes por Facebook, por supuesto que no entendí nada, pero al menos sabia que en ruta alguien nos iba a ir siguiendo con veladoras y palas para enterrar los cadáveres.

Iba a correr la ruta que se conoce como "El Tehuacanazo" y creo que ese fue mi primer error, leer el nombre y aun así inscribirme.

Esa fecha en especial iba a tener pernocta en la meta en el Jardín Botánico de Zapotitlán Salinas y traía todas mis cosas de camping.

Llegué a la salida media hora antes que nadie, yo creo por los nervios, y me quede ahí esperando hasta que fueron llegando los organizadores y me dieron mi numero y demás chácharas, regrese a la salida y a mi lado estaba el que ahora es uno de mis mas grandes amigos del ambiente de las motos: El Capitán Willy Russel.
El Capi me tranquilizo un poco y quedamos de vernos en la meta, a la que el llegaría 6 horas antes que yo.





Salimos, la navegación se hizo en Rever, tal vez por eso lo odio tanto, en la primera entrada que desviaba de la vía principal me perdí y di dos vueltas que me hicieron retrasarme 30 min. 

Entramos en el bosque del Popo y no estuvo tan mal, ahí solo me resbale una vez con el lodo y rompí uno de los carenados laterales.
Después de eso venia un tobogán muy resbaloso pero no me fue mal, salí a la siguiente sección que era carretera para conectar con las terracerías que nos llevaban a Atlixco, hasta ahí todo iba bien. 

Entrando de nuevo a tierra y con el tanque lleno después del punto de control de Atlixco, vino la parte donde el campo se va transformando en desierto, iba a buen ritmo y tratando de no cometer errores, hasta que llegamos a la subida maldita.
La vi en los videos que había en Facebook de las ediciones anteriores y debo confesar que como siempre, las imágenes no hacen justicia a la realidad.
No pase, no avance ni 100 metros y me caí, al igual que otros diez que llegaron al mismo punto, yo solo trate de mover mi moto para no estorbar.
Entre todos sacamos las motos a jalones, empujones y ayuda de pilotos mas experimentados.

Ahí, quien sacó mi moto fue otro que al día de hoy es otro gran amigo, Pedro Sergio Torres que me dijo "tengo ganas de manejar esa 300, yo te ayudo a sacarla" y la sacó.

Después de eso la cosa estaba mas normal y adelante me encontré con Ladis y Rodrigo que aún descansaban de la faena de la subida maldita, llevaban motos mucho mas grandes que la mia. Ellos arrancaron y yo me quede a tomar algo, no llevaba nada de agua o comida. 
Cuando me disponía a seguir mi camino me di cuenta que mi cárter tiraba aceite, una piedra lo había roto y no sabia cuanto tiempo llevaba así. Pregunte si tenían plastiloka en el punto de control que era una tiendita y me dijeron que no pero que mas abajo había una ferretería, baje con el motor apagado y compre plastiloka y estopa.



Enfrente había una pulquería y ahí me dieron espacio para hacer mi reparación, cuando termine pude comprobar que me faltaban casi dos litros de aceite, así que tuve que preguntar donde había una refaccionaria, estamos hablando de que estaba en medio del campo, cerro, casi desierto y los negocios son muy escasos, pero con el reemplazo de las bicicletas por motos de bajo costo es un poco mas fácil encontrar gasolina y refacciones en comunidades alejadas. Me mandaron a un pueblo que me desviaba solo 4 kilómetros del track y conseguí el aceite. 
De regreso al rally ya tenía algo así como 3 horas de retraso pero estaba tan desanimado.

Seguían bajadas de tierra con curvas y ahí, en una distracción, perdí el control, el tobillo, el celular con la ruta, la vergüenza, el orgullo, la dignidad y un espejo.
Me senté sobre la moto tirada a recuperar el aliento después de recoger el celular roto y el espejo, nomas para no dejar basura en el camino.

Respire, tome ánimos, fuerzas, entereza y trate de levantar la moto. No pude. Hice tres intentos y por fin se puso en pie, en ese inter nadie había pasado lo que ya me tenia preocupado, me puse en camino siguiendo las huellas de otras motos pero ya estaba muy cansado, me caí dos veces mas a menos de cinco kilómetros.

Levante la moto, me senté a lado del camino y me puse a llorar. Era el sentimiento de impotencia mas profundo que había sentido en mi vida.

Mientras trataba de ponerme en una pieza de nuevo paso Pedro Sergio con Arturo Marín y otro piloto y me rescataron, "relájate, quítate la chamarra y sigue con nosotros" en ese momento Pedro y yo nos hicimos grandes amigos.

El resto del camino fue mas tranquilo, comencé a sentir calambres pero me aguante porque no quería retrasar a mis salvadores. 

Al final ellos se adelantaron un poco y yo llegue eventualmente a la meta, 16 horas después de haber salido de Santa Fé.

El Capi Russel en realidad me había estado esperando y me recibió, un poco ebrio, diciendo "¿Dónde estabas? ¡Llevo horas esperándote!"

Por fin pude comer algo, beber algo y caer muerto en mi casa de campaña. Al dia siguiente con la moto muy lastimada regresé a Querétaro andando y pensando en el dia anterior.

Solo había una cosa en mi cabeza: "QUIERO MAS"


2 comentarios:

  1. Creo que Justo por eso aún no me he aventado a hacer un rally, el resultado creo sería peor que el tuyo 😆

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  2. Gracias por compartir tu historia que da ánimos para los que apenas empezamos a descubrir el mundo off road. Es intimidante pero que chido saber que todos pasaron por lo mismo

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